¿Alma abatida? ¡Recuerda y alaba!

"¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío." Salmos 42:11

En estos días de pandemia, y durante cualquier crisis personal que podamos atravesar, es normal abatirnos. Es humano sentir cómo nuestro corazón se turba y nuestro estómago se cierra.

Incluso David al escribir este salmo abrió su corazón de forma muy amena, como suele hacerlo, y reflejar esta inquietud en su alma; sin embargo, él no insiste en permanecer allí. Se alienta a sí mismo a ver más allá. A esperar en Dios, a poner su confianza en Él y alabarle por lo que ha hecho, lo que está haciendo y lo que hará.

“Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Salmos 103:2

¡Definitivamente el recordar lo que Dios ha hecho, su amor por nosotros como padre y su fidelidad nos llevan a alabarle. Alabarle porque podemos confiar en su poder, en su amor y su bondad. Porque es un Dios que cumple sus promesas. Porque es un Dios que nunca cambia (Hebreos:13:8).

Te invito a que hoy hagas una lista de al menos 5 cosas por las cuales puedas estar agradecido con Dios. Bien sea por su amor, su fidelidad, su salvación o alguna cosa que consideres buena en tu vida: Un trabajo, tu familia, etc.

En este día no dejes que tu corazón permanezca dolido ¡Recuerda lo que Dios hizo, hace y hará por ti.... Y alaba!

Te llevo en mi corazón.

Gracias por existir. Eres un milagro.