SOLO TUS PALABRAS DAN VIDA

"Simón Pedro le contestó:

—¿Y a quién seguiríamos, Señor? Solo tus palabras dan vida eterna”.

Juan 6:68

Hace un par de semanas hablábamos de que podemos encontrar la verdad en Jesús, pues Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). En un mundo de verdades diluidas, donde cada día la confusión es mayor y las mentiras abundan, donde parecemos no estar seguros de nada… Jesús, Dios, es y sigue siendo la verdad en todo. (Si no has leído ese devocional, lo dejo al final de esta página o lo encuentras en nuestra sección de “devocionales”).

Tras meditar en esto, me encanta leer esta afirmación de Pedro: “¿Y a quién seguiríamos, Señor? Solo tus palabras dan vida eterna”. No hay alguien, ni nada más en quien o en donde podamos hallar vida y verdad, ni el camino a la vida eterna que tenemos en Cristo Jesús.

Ni esa serie de Netflix, ni esa adicción que puedas estar teniendo, ni esa relación en la que buscas llenarte, ni tus redes sociales, ni alguna ideología creada por hombres; tampoco la religiosidad. Ninguna de estas cosas podrá saciar nuestros corazones, ninguna podría llenarnos ni darnos vida verdadera, solo la encontramos en Jesús, en Dios y en sus palabras que podemos leer en la Biblia día a día.

Hoy quiero invitarte a que nos aferremos cada día más fuerte a Dios, a que le busques en intimidad, en oración dondequiera que estés, y también en tu iglesia local (porque, aunque hay humanos imperfectos, allí todos crecemos y aprendemos juntos de la palabra de Dios ¡De las palabras de vida eterna que Dios nos da! La iglesia somos tú y yo, busquemos juntos a Jesús).

No existe nada en este mundo que pueda darnos la vida eterna que Dios nos da ¡Aprovecha ese maravilloso regalo y vive la vida plena y abundante que Él tiene para ti!

Oremos juntos:

Gracias, Señor Jesús, porque en ti hallamos la vida, el camino, la verdad y paz que tanto anhelan nuestros corazones. Gracias porque podemos tenerla por tu sacrificio en la cruz por nuestros pecados, porque te has acercado a nosotros para reconciliarnos. Hoy te recibo como mi Señor y suficiente salvador, te pido perdón por mis pecados y te pido que me guíes a vivir en tus caminos, a andar en tu palabra, vivir en tu verdad y en la vida que tienes pasa mí. En el nombre de Jesús, amén.

Te dejo por aquí esta hermosa canción sobre el versículo que tratamos el día de hoy: