La verdad nos hace libres

Hoy día vivimos en una sociedad con una “verdad diluida”. Ante el fenómeno de las redes sociales, ideologías y las nuevas enseñanzas de que “cada quien es dueño de su propia verdad”; nos hallamos ante una sociedad que parece haber olvidado la existencia de la verdad absoluta.

Escuchar cosas como “todo es relativo” es sumamente común, ¿pero sabes qué? No todo es relativo. Y si bien cada quien puede ser dueño de su propia perspectiva, de su verdad subjetiva; la verdad absoluta sigue existiendo.

En este mundo en el que vivimos, donde la división entre la realidad es difusa con el uso de la nueva inteligencia artificial, donde cualquier post en Instagram, de cualquier cuenta, puede ser tomado como una noticia veraz (y cuando vemos es un video sacado de contexto de varios años atrás). En un mundo donde ya las personas no saben diferenciar entre lo verdadero y lo falso… hay algo, hay alguien quien es la verdad. Pero la verdad de verdad… y como seguramente has adivinado: La verdad es Jesús.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6

En el evangelio de Juan vemos una afirmación de Jesús, el Hijo de Dios, que se hace sumamente relevante en estos tiempos: En Él hallamos la verdad. En su palabra. En su guía. Todo esto porque Él mismo es la verdad.

Este es un tema que realmente da para que hablemos mucho al respecto, pero a resumidas cuentas te puedo decir con toda certeza lo siguiente:

En una sociedad que anhela estabilidad, la hallamos en la verdad absoluta de Cristo Jesús. En un mundo donde los corazones desean ser saciados, solo pueden ser saciados en la fuente que no se acaba, en Jesús. En una generación que necesita y fervientemente desea saber por dónde ir y cuál es la verdad, no hay mejor remedio que hablarles de la verdad, de Jesús.

La palabra de Dios, sin agregarle, ni quitarle nada. La verdad con una interpretación cuidadosa y correcta para que podamos vivir bajo su verdad y su voluntad. Quizás te preguntes: “¿Pero cómo puedo alcanzar esa verdad de Dios? ¿Cómo la conozco y aplico?” Pues te responderé con otra pregunta: ¿Tienes alguna duda respecto a un tema? Busca qué dice Dios al respecto en su palabra, en la Biblia. Léela a diario y vive lo que Dios nos enseña a través de ella. Empieza por el Nuevo Testamento. Hallarás la verdad y la libertad que anhelas en quien es el camino, la verdad y la vida. Él es nuestra brújula, nuestro mapa, nuestro guía.

La carencia de verdad nos hace presos de las mentiras, nos ata a inseguridades por falta de conocimiento de la verdadera verdad y permite que nos perdamos en laberintos de ideas que no terminan de calzarnos, dando vueltas y vueltas en pensamientos que no nos traen paz y parecen nunca acabar.

Si te has sentido así últimamente con tus pensamientos, hoy quiero compartirte este versículo:

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:31-32 (énfasis añadido).

En un mundo con una verdad diluida, hallar la verdad absoluta en Jesús también significa hallar la libertad que tanto anhelamos.

¿Oramos juntos? Seños Jesús, gracias por mostrarnos que tú eres la verdad. Gracias por ser luz a nuestro camino, por iluminar los pensamientos que están oscuros, por darnos libertad ante las mentiras que nos rodean en este mundo. Gracias por ayudarnos a ver todo con claridad, pues solo hallamos la verdad en ti. Guíame, Señor. Hoy yo decido confiar en ti y vivir la vida plena y abundante que tienes para mí. Que yo pueda permanecer en tu palabra y pensar en lo que me enseñas constantemente, para aplicarlo en mi vida y hallar esa verdadera libertad que tanto anhela mi generación. Ayúdame también a ser eco de la verdad y la luz que hay en ti, brille a través de mí. En el nombre de Jesús, amén.