¿Dónde está tu casa?
- Gabriela Sofía Jaramillo
- 11 mar 2021
- 2 Min. de lectura
“Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo”.
Usualmente para la construcción de una casa o un inmueble estable, se requiere de la preparación previa del terreno sobre el cual se va a construir. Los constructores cumplen con pasos de nivelación del terreno, corte, relleno y trazado del mismo previamente a la construcción, esto para que el cimiento, la base sobre la cual esté construida dicha edificación, no se derrumbe. Que la estructura, por ningún motivo, corra el riesgo de estar inestable y se caiga.
De la misma manera, Jesús es la roca que sostiene nuestras vidas. Nuestro cimiento y protector, quien evita que nos derrumbemos en tiempos de dificultades.
¿Cuántas veces hemos sido golpeados por los vientos del dolor, inundados por la ansiedad e incluso azotados por las tormentas de la depresión? Estas aguas y vientos que amenazan con derribarnos. Amenazan con destruirnos ¿Dónde está construida nuestra casa, nuestras vidas, decisiones y emociones en estos momentos? ¿Cuál es mi cimiento?
Hoy fija tus ojos en Jesús y en sus promesas. Quita tu casa de la arena y constrúyela nuevamente sobre la roca. Escucha sus enseñanzas, en su palabra, y síguelas. Fundamenta tu vida y tus decisiones sobre la roca, para que no te derrumbes en el día malo. Él es nuestra roca, nuestro refugio en tiempos difíciles; en el príncipe de paz y en el todopoderoso que te sostendrá siempre con su mano victoriosa.
Cuán importante es ver que, en la escritura, y en la vida cotidiana, no vemos que la estructura sobre la roca no pase por las dificultades. Ambas estructuras, la que está sobre la roca y la que está sobre la arena, pasarán por tormentas; la diferencia es que una se derrumbará y la otra no.
Puede que vengan las tormentas, pero si tu cimiento está firme en Dios, las emociones y momentos duros vendrán, pero no tomarán control sobre ti. No te derrumbes hoy con “gran estruendo”. No te des ese “trancazo”, diríamos en mi país. Comienza hoy a construir tu casa sobre la roca y no te muevas de ella.
No movernos de la roca que es Cristo, trae como resultado estabilidad y paz en nuestras vidas
Te comparto hoy esta canción. Te invito a escucharla y cantarla como una oración.
Ponte firme hoy sobre la roca y no te muevas de ella. Resultados garantizados por las promesas de Cristo y cristianos que lo hemos vivenciado a lo largo de la historia del mundo. Eso sí, hay que mantenerse en la roca, que es firme y siempre nos sostendrá.
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