Amar a personas difíciles
- Gabriela Sofía Jaramillo
- 30 mar 2021
- 2 Min. de lectura

Hay personas difíciles de amar. Pueden ser cercanas o algunos a quienes evitamos tratar. Tienden a tener un carácter que no nos agrada, una forma de pensar muy diferente a la nuestra; o pueden personas que nos han herido en gran manera. Personas malas y otras que, en el fondo, no son tan malas como parecen ser.
Lo cierto es que, amar a personas así no es tan fácil como amar a alguien que nos trata con amor. Un amigo o alguien a quien apreciamos
¿Cómo tratar con estas personas? Jesús nos dice que “ en esto verán que son mis discípulos: en que aman a su prójimo como a sí mismos”.
La clave está aquí: Amar más.
Jesús en este versículo nos invita a amar a otros "como a nosotros mismos", ¿pero qué sucede cuando yo no me amo mucho a mí mismo? Entonces debemos empezar por allí.
Cuando conocemos cómo Jesús nos ama y cómo Jesús nos ve, podemos tener una plena aceptación hacia nosotros. Él nos ama a pesar de nuestras faltas. Él es comprensivo cuando sentimos dolor. Nos fortalece cuando sentimos no poder más. Sana nuestras heridas y nos impulsa a cambiar nuestras acciones para lo mejor que podemos tener y alcanzar en nuestras vidas, los planes que tiene para nosotros. En él, podemos aprender a amarnos a nosotros mismos a través de su amor por nosotros.
Así que, primeramente debemos amar a Jesús y amarnos a nosotros mismos. No podemos dar algo que jamás hemos recibido o conocido. Una vez llenos de la fuente inagotable a la cual debemos acudir diariamente, Jesús; pedimos a Dios que nos ayude a amar a otros, como él nos ama.
Cuando te saque de quicio, ama más. Cuando no soportes algo que te dijo, ama más. Sé luz. Sé sal. Que esa persona vea el reflejo de Jesús y su amor a través de ti.
La clave para amar y tratar con alguien difícil, es amar mucho más; enfocándonos en el amor de Jesús hacia nosotros.
Comments