Perdonar: Difícil pero liberador

Efesios 4:32 “Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo” (NVI)

Qué difícil es perdonar, ¿no? En especial cuando nos han hecho mucho daño, pero tal como dice ese versículo debemos perdonar así como Dios nos perdonó a nosotros nuestras ofensas y cada vez que fallamos y pedimos perdón, Él nos perdona. Entonces ¿Quiénes somos nosotros para no perdonar las ofensas de otras personas? Debemos tener en cuenta que si no perdonamos, nos hacemos daño a nosotros mismos, aunque no nos demos cuenta.

Veamos el ejemplo de Jesucristo cuando fue juzgado y torturado antes de ser crucificado. Cualquier persona en su situación comenzaría a tener rencor hacia todas esas personas que le provocaron tanto daño, pero Él más bien tuvo misericordia de ellos, como dijo estando en la cruz: “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (…)” Lucas 23:34. Ese amor tan grande que tenía hacia esas personas, es el mismo que debemos tener nosotros hacia los demás, cumpliendo de esa forma uno de los mandamientos: “Ama a tu prójimo como a tí mismo”, algo que también es difícil, pero no imposible porque Dios está siempre con nosotros y nos ayuda en todo momento, situación y circunstancia que estemos pasando.

Perdonar es una decisión. No vas a sentir el deseo, pero es bueno hacerlo porque así uno se libera de una carga que aunque parezca imperceptible al principio, con el tiempo se pone pesada. Además que eso nos libera del rencor, de la amargura y poco a poco comenzamos a sentir una paz y un gozo que sólo nuestro Dios Padre nos da.

Por eso te invito este día a que reflexiones en esto y si te cuesta tomar la decisión de perdonar a quienes te ofendieron o te hicieron daño alguna vez, le pidas al Señor que te ayude, luego permitas que te sane el dolor, molestia y todo aquello que llegaste a sentir o sientes todavía. Recuerda que Él siempre está y estará contigo, no estás solo/a.

Oro por ti y por cada persona que lea este devocional sobre el perdón, que el Señor sea hablando a tu corazón, dándote la fortaleza que necesitas para afrontar situaciones difíciles y ayudándote en el proceso del perdón.

Dios te guarde y te bendiga grandemente.

-Nezlyn Santos