El mejor consejero
- Gabriela Sofía Jaramillo
- 4 sept 2021
- 2 Min. de lectura
¿Te ha pasado que ante una situación difícil, buscas a un amigo o familiar para contarle y hallar en él un buen consejo?
A mí me pasa muy seguido. Busco dirección en aquellas personas allegadas, quienes pueden darme una nueva perspectiva de la situación o ayudarme a ver cosas que no estoy viendo ¿La intención?: Que estos consejos me ayuden a abordar mi problema de la mejor forma, tomando los que estén acordes con mis creencias y principios, por supuesto.
Los consejos de mis amigos suelen ser buenos, y muchas veces me ayudan a ver cosas positivas, pero en muchas ocasiones estos consejos aún no satisfacen mi corazón. Me deja la sensación de que falta algo, de que esa no es la totalidad de la respuesta que necesito para seguir adelante. Era cuando esto ocurría que acudía a Dios, en oración o buscando en su palabra, y hallaba el perfecto socorro y respuesta a mi situación, aún cuando la única respuesta podía ser esperar en Él y en su perfecta voluntad. Siempre la respuesta de Dios nos da esa paz y plenitud.
Si bien es bueno recibir, buscar y dar consejos, también es de suma importancia recordar que Dios es el mejor consejero y nuestro gran amigo, de quien mana la sabiduría:
“Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” Proverbios 2:6
Comencé a percatarme de que buscaba consejo constantemente en mi familia y amigos, y no en Dios. Tenía en primer lugar los valores que aprendo de Dios, pero no SU consejo.
Ahora, comencé a notar que era un patrón y me dije: ¿Qué sucedería si acudo a Dios desde un principio?
Puede ser un poco obvio, ¿no? Pero cuán fácil puede ser buscar a Dios al final.
Entendí que, si bien también es bueno compartir nuestras situaciones con otras personas e incluso ver lo que pueden hablarnos conforme a la palabra de Dios (cuando también Dios puede hablarnos a través de ellos); esto no sustituye el buscar el consejo, en primer lugar, con nuestro Dios “Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre eterno y Príncipe de paz”. (Isaías 9:6)
Hoy te invito a buscar primero a Jesús, a nuestro amigo y padre sabio; antes de acudir al consejo de nuestros buenos amigos.
Te invito a orar y buscar respuestas en su palabra antes de acudir rápidamente a otras personas. Te puede sorprender la dirección directa de Dios ¿Lo harías?
Oración: Señor Jesús, gracias por tu amor. Gracias porque tú no niegas la sabiduría a aquellos quienes te la piden. Deseo que seas mi consejero por excelencia. Sé mi guía, ayuda y sustento en todo tiempo y toda situación. Ayúdame a acudir a ti antes que a otras personas y a vivir conforme a tu voluntad para mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
Te invito a acompañar tu día con esta excelente canción:
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