top of page
  • Grey Instagram Icon
  • Grey Facebook Icon
  • Grey YouTube Icon

Por qué alabar: ¿De qué se trata?

  • Gabriela Sofía Jaramillo
  • 16 feb 2021
  • 2 Min. de lectura


Referente a este tema he escuchado diversos pensamientos, varios muy distintos entre sí: Hay quienes "prefieren orar", y a otros les parece que "es algo importante" o "que es algo solo para los músicos". “Ese es su ministerio y su forma de alabar a Dios”, dicen. Tal vez, pero lo cierto según la Biblia, es que nosotros (todos) hemos sido creados para alabarle (Is. 43:21).

Aunque tal vez no sea tu forma favorita de conectarte con Dios, tiene bondades y guiños en nuestra vida que pueden sorprenderte, y que buscaré desglosar a grandes rasgos en esta serie titulada “¿Por qué alabar?”. Así que si quieres saber más sobre el tema, ¡no te pierdas ninguno!


Si eres alguien que conoce a Jesús desde hace poco, al escuchar el tema de “alabar a Dios”, probablemente te preguntarás en tu interior algo como: ¿Con qué se come eso? ¿Realmente qué significa? Quizá lo relaciones a la música "rápida" que se canta los domingos, sin embargo, la “alabanza” como muchos piensan, no se trata solo de música. Alabar va mucho más allá de cantar un canto rápido y alegre un domingo en la mañana.


La Real Academia Española (RAE) define “Alabanza” como: “Manifestar el aprecio o la admiración por algo o por alguien, poniendo de relieve sus cualidades o méritos”.

Es decir que un “canto lento de adoración” también puede ser una alabanza ¡Y también significa que podemos alabar a Dios sin música!


(En otro post hablaremos mejor sobre las diferencias entre la alabanza y la adoración ¡Y te dejo un pequeño adelanto! Sin Spoilers: No tiene nada que ver con ritmos musicales).


¿Entonces cuando agradecemos a Dios y decimos: “Señor, eres demasiado grande”, “gracias por ser tan bueno” o, “yo sé que tú eres más grande que mi situación, tu gracia me sostiene y siempre estás conmigo”; estamos alabando?... La respuesta es: Sí.


El alabar a Dios nos fortalece. No solo a nosotros porque reconocemos su grandeza que nos sostiene, sino que fortalece nuestra relación con Él. Nos ayuda a entender su amor y a no solo pedirle cosas a Dios, sino darle algo de nuestro corazón a Él. (Es lo menos que yo puedo dar por alguien que salvó mi vida y está pendiente de mí 24/7, aunque a veces crea que no es así).


Entonces ya no se trata de solo “sentir la llenura cuando alabo”, porque no se trata de mí. Dios no necesita que le digamos cuán grande es. Él ya lo sabe. Se trata de lo que yo quiero decirle a Él porque estoy agradecido, porque aprecio su amor eterno por mí, porque me fortalece en tiempos de dificultad y me bendice como padre que es, etc. Y esta relación, como consecuencia, trae llenura y fortaleza a mi vida.


Lo cierto es que la alabanza nos permite expresarnos y comenzar a confiar realmente, porque alabamos solo lo que conocemos.


No tiene sentido alabar algo que no conocemos, y de esto te hablaré en el próximo post de esta serie “¿Por qué alabar?” ¡No te lo vayas a perder!


¡Nos leemos la semana próxima!


Te llevo en mi corazón y oraciones.


Un abrazo enorme.


PD: Te invito a realizar esta pequeña tarea: Piensa en algo de Dios que creas realmente bueno y díselo.


Comments


  • Instagram
  • Facebook icono social
  • YouTube
bottom of page