Vence con bien el mal

“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. Romanos 12:21

Algo con lo que particularmente siento que he luchado es con el no contagiarme de esos malos caracteres que nos rodean. En el trabajo, la universidad y en la calle; nos podemos topar con personas llenas de amargura, odio, celos, envidias, enojos… y a veces como que algo de esa amargura se nos quiere pegar. Como si fuese la norma. A veces queremos regresar con la misma moneda con la que nos han tratado.

Algo que amo de Jesús es que es diferente. Nuestro Dios es el Dios de amor completamente distinto a cualquier persona que hayas visto o conocido. Es el Dios que ama, que es paciente, bondadoso, amable y alegre. Yo quiero estar siempre llena de este Dios, de mi Dios y poder reflejarlo también, pues él es verdadera vida (Juan 14:6).

Hoy quiero invitarte a guardar el corazón, a no ser vencidos por lo malo, a no devolver mal por mal y no caer en amarguras; sino permanecer haciendo lo bueno, ¡o comenzar a hacerlo!, con la mejor actitud y reflejando estos frutos del Espíritu que son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5: 22-23). Mantente pegado a la vid y vence el mal con el bien.

En un mundo lleno de maldad, atrévete a vencer haciendo el bien cada día

Oración

Señor, hoy te entrego mi corazón. Lléname de ti, que cada día pueda buscarte en oración y leyendo tu palabra, para de esa forma estar firme en ti y no permitir que las maldades de este mundo penetren en mi corazón. Yo deseo reflejar tu carácter y verdaderamente estar lleno/a de ti, de tu vida abundante ante cualquier circunstancia. Ayúdame hoy a vencer el mal que me rodea con el bien que viene de ti, en el nombre de Jesús, amén.